Un estudio desarrollado por investigadores españoles revela que un aumento de sustancia gris en la amígdala y parahipocampo cerebral podría influir en el origen de los estados de ansiedad.
El estudio ha sido realizado mediante neuroimagen por un grupo de especialistas que han realizado simultáneamente un test de sensibilidad en los sesenta y tres individuos analizados. Estas alteraciones en amígdala y parahipocampo cerebral estarían estrechamente relacionadas con la incapacidad de tolerar los miedos y las angustias.
Según el director científico: "algunos cerebros actúan a través de un mecanismo que les hace más proclives que a otros a padecer y no controlar la ansiedad ante idénticas situaciones". En los pacientes con trastornos de ansiedad existe una activación excesiva ante ciertos estímulos, lo que provoca una respuesta desproporcionada frente a vivencias que subjetivamente entienden como tensas, estresantes o peligrosas.
Vía | CorreoFarmacéutico
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