Una característica distintiva de la inteligencia humana es nuestra capacidad de comprender los objetivos e intenciones de los demás. Esta habilidad se desarrolla gradualmente durante nuestra infancia, y la extensión en que se presenta en otros animales es una cuestión intrigante para los científicos.
Una nueva investigación revela impactantes similitudes entre los humanos y los perros en la forma en que imitan la acción de otros individuos de su misma especie. El fenómeno bajo investigación es conocido como "imitación selectiva" e implica que los perros, como los niños humanos, no sólo copian la acción que observan, sino que regulan su grado de imitación dependiendo de las circunstancias del acto que presencian.
Vía | Electrónicafácil
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