Un equipo de arqueólogos ha encontrado en una excavación de Plocnik, en Serbia, restos de una ciudad prehistórica que revelan un alto nivel de sofisticación y un refinado gusto por el arte y la moda.
El asentamiento neolítico se sitúa en un valle perteneciente a la cultura Vinča (Vincha), la más temprana de Europa (entre el sexto y el tercer milenio antes de Cristo). Talleres de arte, bueyes que arrastraban pesadas cargas de metal y mujeres vestidas con minifaldas y tops, y adornadas con brazaletes, eran algunos de los elementos del paisaje urbano de la ciudad alrededor del año 5400 antes de Cristo, según han podido averiguar los investigadores. Los miembros de la primitiva tribu, explica el arqueólogo Julka Kuzmanovic-Cvetkovic, “perseguían la belleza, y producían sesenta formas diferentes de alfarería y figuritas que no sólo representaban a sus deidas sino que también respondían al puro placer (estético)”.
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