El próximo estudio de tierra y hielo que realize la sonda ubicada en Marte podría ser el último.
O al menos eso es lo que temen los científicos, ya que un fallo electrónico puso en peligro al aparato de 420 millones de dólares, que tiene la finalidad de encontrar los ingredientes químicos que generan vida en el polo norte del planeta.
La sonda Marte Phoenix sufrió un cortocircuito hace una semanas en uno de sus ocho diminutos hornos. Los científicos temen que otro fallo electrónico deje al mecanismo principal de la sonda sin utilidad.
Es por eso que los expertos han acelerado la misión, olvidándose de una serie de lentos experimentos de horneo, y avanzando hacia la drástica conclusión.
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