Un pequeño animal, cuya apariencia está entre la de un gran roedor y un antílope, es el “eslabón perdido” entre las ballenas y aquellos mamíferos carnívoros de cuatro patas que, según creen los paleontólogos, fueron sus antepasados directos sobre la Tierra.
Los restos fosilizados del extraño animal, bautizado como Indohyus raoellidae por sus descubridores, aparecieron en un yacimiento en la región india de Cachemira.
Para sorpresa de los investigadores, encontraron un gran número de huesos de hace 48 millones de años, la época en la que se sabía que se produjo el salto de algún mamífero carnívoro de cuatro patas al agua, donde comenzó a evolucionar, muy lentamente, hasta convertirse en el gigantesco cetáceo que hoy se pasea por los océanos del planeta.
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