El uso aislado del peginterferón, o en combinación con ribavirín, apunta a una cura para la hepatitis C, la causa principal de cirrosis, cáncer hepático y la necesidad de transplantes de hígado, según dijo hoy un investigador de la Universidad de Virginia Commonwealth.
Casi todos – el 99 por ciento – de los pacientes con hepatitis C que fueron tratados con éxito sólo con peginterferón, o en combinación con ribavirín, no tuvieron ningún virus detectable durante los siete años posteriores. Los investigadores dicen que estos datos confirman el uso de la palabra “cura” ya que la descripción de un tratamiento de la hepatitis C como tratamiento exitoso es definirlo como aquel que no deja rastros detectable del virus de la hepatitis C en sangre a los seis meses del mismo.
Esta enfermedad es la causa principal de la cirrosis, el cáncer de hígado y la necesidad de trasplantes.
Vía | Ciencia Kanija
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