Los residuos de píldoras anticonceptivas pueden comprometer la supervivencia de poblaciones de peces salvajes. La liberación de pequeñas cantidades de estrógeno, hormona sexual femenina, en corrientes de agua "feminiza" a los peces macho y podría así dañar a los peces salvajes, según un estudio científico dado a conocer ayer.
El estrógeno sintético en las aguas residuales de las grandes ciudades proviene casi en su totalidad de los residuos de píldoras anticonceptivas.
Los investigadores del Ministerio de Pesca canadiense y de la agencia estadounidense para la Protección del Medio Ambiente añadieron durante siete años en un lago artificial del norte de Ontario una concentración de estrógeno sintético similar al nivel que se encuentra en las aguas residuales de las grandes ciudades canadienses.
Via | Clarín
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